El Campeonato Sudamericano de Baloncesto: La cuna de la competencia internacional

    Cultural Heritage

    De las canchas al aire libre a los estadios repletos, el Campeonato Sudamericano de Baloncesto conquistó el corazón de un continente y reescribió la historia del deporte en el camino.

    MONTEVIDEO (Uruguay) - El Campeonato Sudamericano de Baloncesto, disputado por primera vez en 1930 en Montevideo, Uruguay, es la competencia internacional más antigua y de mayor duración reconocida oficialmente por FIBA. Sus orígenes se remontan a 1922, cuando la Federación de Uruguay impulsó la creación de la Federación Sudamericana de Baloncesto. Ocho años más tarde nacería el torneo, en el que además se realizaron congresos para unificar reglas, promover la expansión del deporte y fortalecer los lazos entre naciones vecinas. A diferencia de otras competencias, nunca se interrumpió por la Segunda Guerra Mundial, lo que mantuvo a Sudamérica a la vanguardia en reglas y estilo de juego. El campeonato refleja la evolución del baloncesto, desde los días iniciales en canchas al aire libre, sin línea de mitad de cancha ni reloj de posesión, con lanzamientos a dos manos y un espíritu marcadamente amateur. De aquellos años quedaron numerosas anécdotas.

    Programa oficial del 8° Campeonato Sudamericano, realizado en Montevideo en 1940. Biblioteca Pedro Ferrándiz de FIBA.

    La primera edición de 1930 despertó gran expectativa, con 5.000 boletos agotados para los clásicos Uruguay–Argentina. En 1934, en un Luna Park aún sin techo, la lluvia retrasó el inicio dos días. En 1938 se introdujeron reglas clave: reposición desde la línea de fondo tras cada canasta, división de la cancha en dos mitades y 10 segundos para cruzar el medio campo. En 1941, el frío extremo obligó a suspender una jornada; más tarde, la lluvia llevó a los organizadores a secar la cancha quemando una mezcla de viruta de madera y combustible.

    Banderines conmemorativos de distintas ediciones del Campeonato Sudamericano. Colección FIBA.

    En 1942, Chile envió un avión militar para transportar a Ecuador, que días antes había anunciado que no tenía cómo viajar. En 1945, el torneo se jugó en el Estadio Huancavilca de Guayaquil, Ecuador, con capacidad para 10.000 espectadores, piso de cemento y un marcador electrónico traído desde Estados Unidos. Ese año se introdujeron las sustituciones ilimitadas y la regla del "goaltending". El sistema de clasificación por puntos (dos por victoria) produjo ediciones únicas: en 1943, Argentina, Perú y Uruguay compartieron el oro; en 1955, lo hicieron Paraguay y Uruguay. En 1949 llegó la regla de los tres segundos y se autorizó a los entrenadores a pedir tiempos muertos. En 1953 se implementó la descalificación por quinta falta y, en una curiosidad, Perú, siguiendo instrucciones de su técnico estadounidense, retuvo el balón durante siete minutos sin lanzar. En 1958 apareció el reloj de 30 segundos y las primeras planillas estadísticas; en 1963 ya incluían asistencias, entonces llamadas “pases de canasta”. En 1961, el torneo se jugó en el Maracanãzinho techado, ante 13.000 espectadores, consolidando al Sudamericano como un evento deportivo de primer nivel. Entre 1939 y 1955, el campeonato incluyó también el Concurso de Tiros Libres, tan prestigioso como el torneo mismo. En 1942 y 1943, el chileno Renato Castro ganó con registros casi perfectos: 48 y 43 aciertos en 50 intentos. Uruguay dominó la competencia hasta la década de 1950; luego Brasil tomó la delantera. Argentina siempre estuvo en la pelea y Venezuela emergió en las décadas posteriores. Brasil, Argentina y Uruguay, en ese orden, son los países con más medallas. A lo largo de sus 47 ediciones, el Campeonato Sudamericano también sirvió como clasificatorio para el FIBA AmeriCup, la Copa del Mundo FIBA y los Juegos Olímpicos. Más que un torneo, fue un puente cultural y deportivo. Su historia demuestra que en Sudamérica el baloncesto no solo se jugaba: se vivía como parte de la identidad continental, dejando un legado que, aunque la competencia ya no se dispute, sigue inspirando a nuevas generaciones. Recientemente, la FUBB donó al Museo FIBA la “Copa América” utilizada desde 1938, un trofeo que había ganado en propiedad y conservado por más de ocho décadas. Para más información sobre el proyecto de restauración del trofeo, haga clic aquí. ###

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